La
exploración de la mama constituye una parte importante del examen físico,
porque el descubrimiento de un cáncer asintomático inicial depende totalmente
de él. El cáncer de la mama es el cáncer más común en mujeres del mundo
occidental, por tanto, son aconsejables los exámenes periódicos a intervalos de
un año para todas las mujeres mayores de 30 años. En grupos de alto
riesgo se recomiendan exámenes a intervalos de 4 a 6 meses. Los índices
de alto riesgo incluyen lo siguiente:
1- Cáncer
extirpado previamente de la otra mama.
2- Historia
familiar de cáncer
3- Nódulos
de la mama recurrentes que en la biopsia muestran adenosis notable
microscópicamente
4- Mujeres
que toman anticonceptivos por vía oral, con nódulos recurrentes de la mama.
La mama de la mujer normal tiene volumen, forma y consistencia muy variables.
La mama de la mujer virgen lisa, de forma cónica y consistencia elástica firme.
Muchas veces es sensible a la palpación especialmente en fase premenstrual.
Los bordes de la mama están netamente definidos y la estructura puede
desplazarse libremente deslizándola sobre la pared torácica. En etapa
posterior de la vida, particularmente en después del embarazo y
lactancia, la mama sufre cambios involutivos, presenta consistencia irregular,
y pierde su forma y bordes netamente definidos. La porción de grasa
varía según el hábito general. En la persona obesa, suele ser voluminosa y
péndula. En la mujer delgada se vuelve pequeña y atrófica.
Además de los cambios que en la mama imprime la edad, hay grados variables de
repleción y espesor en las mamas normales. Los cambios cíclicos que acompañan a
la menstruación originan hiperplasia epitelial e involución acompañada de
fibrosis, que puede describirse por examen físico como zonas de
consistencia granulosa mal definida. Cambios netos de este tipo se
producen en el cuadro clínico de la fibroadenosis o mastitis quística
crónica.
Si la mama de la
mujer normal se explora con el pulgar y el índice, casi siempre se obtiene
sensación de nudosidad manifiesta. Si la mama se aplica contra la pared
torácica con la palma de la mano, estando la paciente en decúbito supino;
esta sensación desaparece. Un nódulo bien separado que puede reconocerse
netamente al comprimir la mama en esta forma ha de considerarse tumoral, a
menos que su naturaleza haya esclarecido por examen histológico.
Aunque una paciente no se
queje de molestias mamarias, siempre es necesario llevar a cabo en ella un
examen detallado sistemático.
Inspección
La
paciente, sentada, debe estar desnuda de la cintura hacia arriba.
Obsérvese el volumen y simetría de las mamas. Nótese la presencia de
cambios de color de piel, ulceraciones, presencia de hoyuelos en la piel,
edema, deformación o retracción de los pezones. Pídase a la
paciente que levante y baje lentamente los brazos. En el curso de
esta maniobra el observador ha de vigilar si hay fijación de la piel de los
pezones, desplazamiento de la posición relativa de los mismos o deformación de
las mamas o masas por masas fijas. Se inspeccionan las axilas investigando la
presencia de ganglios linfáticos aumentados de volumen o infecciones
superficiales.
Maniobra de
contracción de pectorales
Las mamas se inspeccionan estando la paciente sentada, con los brazos
descansando sobre las caderas. La paciente aprieta entonces las manos contra,
contrayendo los músculos pectorales. La mama afectada de cáncer se eleva más
que la mama normal y las áreas de depresiones o fijación pueden hacerse
obvias.
Palpación
Lo
mejor para efectuar la palpación de las regiones supraclavicular y axilar es
tener la paciente sentada. Se palpa la región supraclavicular con cuidado
utilizando la punta de los dedos mientras la paciente tiene los brazos
caídos. Se recomienda repetir esta parte del examen poniéndose detrás de
la paciente, como para examen de la nuca. Los pectorales de la enferma han de
estar relajados para poder palpar debidamente la axila; esto se logra
manteniendo el brazo con una mano mientras se explora la axila con las puntas
de los dedos de la otra.
Los
pliegues axilares anterior y posterior también deben palparse en esta posición.
Primero
se palpa la mama, teniendo la paciente el brazo relajado hacia un lado, luego
con el brazo por encima de su cabeza. Amasando el órgano entre los dedos se
percibe su consistencia general, pero la maniobra no sirve para descubrir
pequeñas masas. Quizá resulte necesario que el examinador utilice ambas manos
si las mamas son voluminosas y gruesas.
Valoración de una
masa o nódulo en la mama
El descubrir una
lesión en el curso del examen requiere definir o aclarar los siguientes puntos:
1. Localización
Suele designarse la
localización de la lesión según el cuadrante de la mama en el cual se
halla situada.
2. ¿La
lesión, es simple o múltiple?
Los nódulos
múltiples harán sospechar enfermedad quística o fibroadenosis benignas; un
nódulo aislado probablemente sea neoplásico, por muy benigno que parezca
a la palpación.
3. Sensibilidad
y consistencia de la masa
La hipersensibilidad
a la presión debe hacer sospechar lesión inflamatoria o quística. Un
nódulo irregular, duro, e indoloro es característico del cáncer.
4. ¿La
lesión, está fijada a la pared torácica?
La fijación de una
lesión a la pared del tórax suele indicar carcinoma avanzado. La movilidad de
una lesión se demuestra tomando la mama ellas manos y moviéndola cuidadosamente
sobre la pare torácica.
¿Hay hoyuelos en la
piel?
Cuando el
cáncer infiltra el tejido mamario produce acortamiento de fibras conjuntivas
que unen la piel al órgano. La consecuencia es retracción de la
piel al órgano. La consecuencia es retracción de la piel por encima del tumor
piel de naranja. A veces se manifiesta, o quizás solo se demuestre ejerciendo
una ligera compresión al tejido mamario entre los dedos pulgar e índice de
ambas manos o por contracción de pectorales.
La necrosis grasa y el
carcinoma tienen
tendencia a producir desviación o retracción del pezón. La inversión del
peso en algunas mujeres es normal.
HEMORRAGIA A NIVEL DEL PEZÓN
Aunque
la hemorragia del pezón es síntoma poco común, siempre debe alarmar porque
suele tenerse la idea a de que la sangre esta en relación con un carcinoma. De
hecho, la producen con igual frecuencia las lesiones benignas que las malignas.
Las
lesione que mas frecuentes se observan en relación con una pérdida
sanguínea a nivel del pezón son: papilomas, mastitis quisticas crónicas y
cáncer. El diagnostico de la enfermedad quística crónica es probable en caso de
nudosidad irregular difusa por toda la mama. La biopsia es imprescindible.
Si en la mama no hay
ninguna masa, el estudio cuidadoso del pezón puede descubrir un conducto
dilatado que nos indique de cual cuadrante viene la sangra. Si no se observa un
conducto dilatado, ejerciendo con todo cuidado movimientos adecuados para
vaciar la mama exprimiéndola hacia el pezón, a veces puede obtenerse
secreción y localizar así el conducto afectado.
En algunas
ocasiones la paciente puede describir el punto exacto del pezón por donde la
sangre salió. Una vez localizado, la palpación cuidadosa de la zona
correspondiente puede descubrir un cordón duro que se extiende en sentido
radial desde el pezón indicando la presencia de un papiloma blando.
ALGUNAS LESIONES IMPORTANTES DE LA MAMA
Cáncer de mama
Cualquier nódulo
palpable de la mama puede ser carcinoma. El diagnostico precoz debe efectuarse
descubriendo nódulos pequeños, muchas veces móviles. En general los nódulos
cancerosos tienden a ser más firmes y duros que las lesiones quísticas o
inflamatorias, y no causan dolor.
Los signos fasicos
característicos del carcinoma de mama solo aparecen cuando la lesión
lleva cierto tiempo de evolución. El carcinoma endurece y acorta los tabiques
fibrosos de la mama y a medida que se desarrolla producen hoyuelos en la piel
que lo recubre. Más tarde pueden dificultar el curso de la linfa y producir
engrosamiento correoso de la piel (piel
de naranja).
Algunos
canceres de la mama semejan lesione s inflamatorias. Puede haber dolor,
fiebre e hipersensibilidad que sugiere un absceso. Algunas veces, el borde que
avanza del tumor infiltrarte puede ser tan intensamente rojo,
sobresaliente y sensible, que parece una celulitis aguda. Es común en mujeres
pre menopáusicas.
Enfermedad de paget de la mama
Esta enfermedad se manifiesta por una excoriación roja granulosa del
pezón, o por una lesión seca y escamosa que sangra fácil por contacto. A veces
afecta la areola. Se acompaña siempre de carcinoma subyacente que a veces puede
descubrirse por palpación.
Fibroadenoma
de la mama
La
presencia de un tumor duro en la mama de una mujer joven, muchas veces lobulado
y móvil, no doloroso, probablemente indique fibroadenoma.
Fibroadenoma tipo juvenil
Suelen ser solitarios y mayores que los del tipo
adulto. La lesión es ligeramente firme y móvil, esta
encapsulada y no adherida a la piel.
Mastitis crónica
Este proceso patológico común produce nódulos
únicos o múltiples difusos por ambas mamas. A veces solo se afecta
un cuadrante, lo cual hace imposible el diagnostico diferencial con
cáncer. Casi siempre hay un engrosamiento del tejido mamario
vecino, sin fijación de la lesión, con hipersensibilidad de la lesión.
Adenosis o fibroadenosis de la mama
Por la
presencia de pequeños nódulos como perdigones dispersos en ambas esta variante
de las enfermedades quística crónica se caracteriza por la presencia de
pequeños nódulos como perdigones dispersos en ambas mamas. Se acompaña de
molestia focal considerable e hipersensibilidad a la palpación.
Sarcoma Linfosarcoma,
fibrosarcoma y rabdomiosarcoma pueden afectar la mama, el último generalmente
por extensión directa desde los músculos pectorales o metástasis por vía
sanguínea.
Necrosis grasa puede producirse a cualquier edad;
generalmente se observa en mamas voluminosas, péndulas, y grasas.
Traumatismo de la mama
La mastitis es
un término médico que se refiere a la inflamación de la glándula
mamaria de primates y la ubre en otros mamíferos.
La mastitis puede ser llamada también absceso
subareolar, ectasia ductal, inflamación periductal o enfermedad
de Zuska.Se denomina mastitis puerperal cuando ocurre en madres lactantes y
no-puerperal en el resto de los casos. La mastitis raramente ocurre en hombres
o animales machos. Por su similitud con los síntomas del cáncer de mama,
se debe excluir uno para el diagnóstico del otro.
Tuberculosis de la
mama
En sus primeras
etapas puede ser similar a la mastitis quística o carcinoma. Por lo
general no están afectados los ganglios linfáticos axilares. El
diagnostico solo se puede establecer por biopsias. La tuberculosis avanzada se
acompaña de cambios de coloración en la piel, degeneración tisular y
formación de fistulas. El proceso tiende a ser difuso y de límites
imprecisos, la reacción inflamatoria es fría y dolorosa.
Mastodinia
No es más que el
dolor en las mamas, este aumenta de manera característica en la fase
premenstrual; en ocasiones el dolor es síntoma inicial de la enfermedad
quística.
Polimastia
Puede hallarse por
encima o por debajo de la mama normal.
Ginecomastia
Ginecomastia es el engrandecimiento patológico de una o ambas glándulas
mamarias en el hombre. Este
trastorno suele estar asociado a una hiperprolactinemia (exceso de prolactina
en sangre que también se sintetiza en varones).También puede ser causada por
hiperestrogenismo derivado de una patología hepática como la cirrosis, ya que
el hígado no es capaz de metabolizar los estrógenos. Los varones sometidos a tratamiento con estrógenos pueden desarrollar acúmulos de grasa en forma de mama,
lo que se conoce comopseudoginecomastia,
si bien es frecuente que llegue a desarrollar verdaderas mamas a lo que se
llama ginecomastia. Es la patología mamaria más frecuente en el sexo
masculino. Los varones obesos también suelen desarrollar una
pseudoginecomastia.
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